Un hotel boutique en el mismísimo centro de la capital holandesa. Un edificio con estructura de cristal, que cuenta con su propio muelle privado.
El lobby se diseñó como un elemento principal, con 3 alturas interconectadas espacialmente. Por un lado, la recepción, con suelos continuos en colores chocolates, columnas con forma orgánica que suponen un elemento imperante. Por otro, el espacio Mezanine que da visibilidad a 4 plantas, donde se contempla el elemento icónico en cerámica como homenaje a las cerámicas internacionales de Talavera, Portugal… ordenando el gran alzado donde descuelgan grandes elementos en poliéster con forma de botellas. Desde esta mezzanine podemos observar como el barco atraca en el muelle del Hotel.
Inspirado en los elementos referenciadores de la ciudad, especialmente en sus tribus urbanas, decidimos recrear varias tipologías de habitaciones, una de ellas es la llamada Graffiti, un espacio resuelto con graffitis, alfombras con gestos de spray y neones que nos cuentan la ciudad.
El elemento bicicleta, como no puede ser de otra manera, constituye el fundamento de otra de las habitaciones, Bicycle room. Resuelta con un alzado en altorelieve donde los elementos de una bicicleta detallan el mismo. Una suite especial que presenta el fuerte nivel cromático que representa la ciudad, habitaciones contrastadas que mediante la técnica del facetado generan tipologías en diferente gamas de colores… Un elemento principal como columna vertebral, en forma de canopia que te envuelve, desde donde podemos ver el gran canal, supone el contexto de una de las tipologías de Suites del Hotel.